Tarjetas de Estacionamiento; ( Justicia )

Éste post es un grito contra la injusticia que hoy en día sufre la gente discapacitada a la hora de conceder las tarjetas de estacionamiento por parte del tribunal valorador.

¿Es justo que a una persona que tiene reconocido un 62% de discapacidad no se la concedan?.

A continuación resumiré mi caso y serán ustedes los que valoren si hay o no justicia:

Soy una persona amputada, desde el año 2012 y por lo tanto usuario de prótesis. Cuando estuve delante de la médica valoradora que es la encargada de realizar el informe para más tarde entregarlo al tribunal, le comuniqué lo siguiente: Soy una persona que uso mi vehículo con mucha asiduidad, todavía no tengo la prótesis definitiva, ya que todavía sufro cambios en mi muñón, como consecuencia de una mala rehabilitación. La única manera que tengo de salir de mi vehículo a la hora de estacionar, es abriendo en su totalidad la puerta para poder estirar la prótesis. Por lo tanto tengo que buscar un sitio donde haya una distancia prudencial para poder realizar todo lo explicado.

Pero al mismo tiempo, también me encuentro en el caso que una vez estacionado mi vehículo y al volver a él, una vez realizado mis asuntos, sí algún otro vehículo ha estacionado justo al lado del mío, no puedo entrar en mi coche, ya que al no poder abrir la puerta en su totalidad, me resulta imposible acceder a mi coche. Este caso por desgracia, ya me ha sucedido en un par de ocasiones y he tenido que pedir la ayuda a personas para que sacaran mi vehículo para poder acceder a él.
Además también le informé y además observó, que mi manera de andar todavía resulta torpe y poco fiable, ya que al no disponer de la prótesis definitiva, todavía no la tengo afianzada y por eso no puedo realizar grandes trayectos caminando.

Pues bien, al cabo de una semana aproximadamente recibo la respuesta de la denegación de la tarjeta, ya que según ellos, mi grado de movilidad no es reducido.
He tenido que redactar un informe apelando a la denegación y lo más gracioso del tema es que en la Conserjería donde tuve que ir a entregarlo, las caras de algunas funcionarias, eran todo un poema…
Ahora estoy a la espera de una resolución, pero quiero denunciar éste caso, ya que se de buena fuente que no soy el único y con éste artículo quiero expresar mi apoyo a todas esas personas que lo han sufrido también.

Desde nuestra asociación; omarsoycapaz  queremos transmitir todo el apoyo y ánimo a las personas que se encuentran en la misma situación. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para evitar éstas injusticias.
Si quieres denunciar tu caso, para que se publique en el blog, puedes hacerlo a través del siguiente correo: omarlopez1975@hotmail.com

Rcda: El blog Soy Capaz y la asociación está abierta a todo el mundo


4 comentarios:

  1. Cuanta razon en el articulo, hay a gente qie les deniegan la tarjeta y a otros se la dan como si nada es mas yo se de un caso que dicha persona no es ni minusvalida y por medio de un vigilante le ha dado una tarjeta de minusvalidos de un centro para dichas personas.
    A mi lo que tambien me molesta es las personas que aparcan en los aparcamientos destinados para los minusvalidos yo veo casi todos los dias este caso ya que las plazas de minusvalidos del hospital casi siempre estan ocupadas por gente sin tarjeta y se vienen a quejar las personas con minusvalia de que no pueden dejar el coche quedansosete a ti cara de tonto por no poder hacer nada. Ademas de que las plazas son muy pequeñas, por ejemplo en otras ciudades las plazas de minusvalidos son dos veces las de aqui

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    1. Gracias Ignacio por tu comentario. Tienes toda la razón. Un abrazo.

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  2. Oi Omar,

    Desculpe a minha "lerdeza", mas deixei de conferir muitos posts seus por não acessar o blog, mas apenas o site. Pode? Entendi que você não conseguiu autorização para parar em lugares que são bons para você. É isso? Não existem vagas já determinadas para portadores de necessidades especiais aí? Desculpe, mas não sei se o sono, não compreendi muito bem, mas estou com você na luta pela dignidade.

    Abraços,

    Renata

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